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viernes, 13 de diciembre de 2013

Presionada a sentir, me atrapan las constantes dudas de mi corazón y mi mente, lo que debería y no debería  hacer. Es verdad cuando en los monitos animados se muestra al diablo y al angel, quizás no de esa forma tan literal, pero siempre existe la disputa entre lo que se quiere y lo que se debe hacer.
Aunque me ha costado, he aprendido que , a veces, es bueno pensar en si mismo, dejando de lado todo lo demas, pues nadie más pensará en mi. Sin embargo, es difícil hacer las cosas sin meditar el daño que puede hacerle a otro. ¿Estará bien que esto me haga sentir a gusto a mi, pero no al otro? ¿Importo yo más que otro?.
No solía ser la mina que se enrollaba mucho a la hora de decidir y hacer las cosas, pues mi "ley" era simple; si le hace daño a otros, pues simplemente NO. Pero con el tiempo las cosas cambian, la gente se muestra tal cual es, las situaciones son diferentes, incluso los sentimientos toman riendas y llega la "impulsividad", ni sé si existe esa palabra, pero en fin creo que se entiende. Y cuando todo eso pasa, no piensas en nada ni en nadie, no te haces ni una puta pregunta, tan sólo... actuas; Si quiero besarlo, lo beso / Si quiero sentir, lo siento/ Si quiero fingir, finjo. Y así todo va bien, hasta que terminas de hacerlo, he ahí cuando se viene a la mente " pensar antes de actuar" ¿Pero que carajo importa ahora? si ya lo hice.
Me ha invadido tanto ese actuar, que a veces, va con rabia, con maldad, quizás, a veces hasta pienso: "que sienta lo que yo sentí ¡Que me importa si le duele!" pero y detras de eso? existen terceros, cuartos, quintos que no tienen culpa. Y luego, sigue sin importarme...
Ya no soy quien solía ser y a veces, no me conozco, no culpo a nadie por lo mi proceder, pero simplemente no voy a ningun sitio, no sé si lo que hoy tengo es lo que quiero, pero me convenso de que debo quererlo, quizás, por esconder o evadir pensamientos y/o sentimientos que con toda seguridad puedo decir: No valen la pena.
Hoy no sé.
Ser, sentir y ansiar
como si el mundo terminara mañana
como si no existiera porvenir.
Impulsos segundo a segundo
Riesgos disipados de momento
y trascendentes al último acezo.


Deseo las ganas de vivir sin pensar;
desatando nudos de contención.
Tómame y no me sueltes.
No hay culpa sin concretar.


¡Qué me he equivocado carajo!
¡Qué no debí hacerlo!
Lapso breve y culposo; nos envuelve
y libera.

Que no me importa sentir
Que duela, si debe doler
De momento, lo voy a vivir;
Sin temor, y con culpa
deseando y saseando
una y otra, y otra vez.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Muchas veces esperamos tanto de otros, que cuando nos fallan.
Los odiamos y culpamos por rompernos el corazón

¿Pero ellos tienen la culpa de nuestras expectativas?
Las personas estamos acostumbradas a idealizarlo todo, o esperar aun concientes de que no deberíamos hacerlo. No sé si llamarle destino a todo lo que pasa, porque aun no tengo certeza de creer en la "línea a pluma permanente", pero si algo nos sucede, ya sea bueno o malo, no es culpa de lo que esperamos o lo que no, ni de la vida que es injusta, o el famoso "KARMA".
En mi cabeza y mi corazón me tatue a tinta invisible: "No esperes nada de nadie, para evitar decepciones" y cuando pasa lo que tanto temia es únicamente cuando la recuerdo; Porque aunque vivamos citando ese y mil enunciados más, bien sabemos que ¡Ni de vuelo le hacemos caso! y que cuando deseamos, queremos y/o amamos a alguien o algo, las citas se van al cuerno.
Tomar una decisión, creer y no creer; ya es difícil, entonces, ¿Cómo será tomar la decisión equivocada? ¿Dar el paso en falso? ¿El todo o nada? Tenemos que aprender que a veces por mucho que amemos a un amigo, a un novio, o un sueño. Si las cosas fallan o no son o salen como esperabamos... no es culpa de ello, si no, de las falsas expectavivas, falta de perseverancia.
"Tiempo al tiempo" y por sobretodo VALOR; para todo en esta vida.