Seguidores

lunes, 9 de febrero de 2015

Y ahí estaba yo
con un cigarrillo en mano
y millar de pensamientos en la cabeza
A mi lado mi hermana charlaba
sin yo poder retener ni palabra
Asentía y sonreía como algo monótono
Miraba para todos lados, aguardando
Pensando; ¡Nada!
Los días se apagan
La gente va y viene
Nadie se detiene a ser.
Enamorados pasan de la mano
casi por costumbre.
Y la vista solo engloba lo corriente.
Entre medio de la perdida, y
de la huida del encanto.
Apareció la excéntrica,
Pero encantadora; Exclusión
Con la apariencia de un chaval
Un tanto menudo y cohibido,
Y sin embargo, vivaracho
Que entre su hablar tan acelerado
a penas advertí lo que esperaba.
Fue justo ESE:
El quiebre rutinario y
Un preludio al forastero;
inesperado y placentero.