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sábado, 21 de marzo de 2015

Cómplices del pecado
nos quisimos a destiempo,
Desmesurándonos,
Descifrándonos,
Encadenados al deseo
Cediendo ante recuerdos táctiles;
El recorrido de sus labios en mi cuello
Y las uñas incrustadas en su espalda.
Mis piernas atando su cuerpo
Y un cálido aliento en mi oído
A medida que sus manos entrecerraban  mis pechos.
¡Sin pausas! - Gritamos entre suspiros ahogados
El corazón ardía, casi tanto como la piel
- No malgastemos el “te amo”
- Ni nos molestemos en quedarnos.
Sabemos que perdemos la cordura
Somos la teoría del Big Bang en carne y hueso.


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