Seguidores

domingo, 24 de agosto de 2014

Apareció entre mis sueños sin permiso,
Mencionó un par de cosas al azar.
Intentó besarme a los segundos
me negué hasta el último momento.
Casi al avivar la conciencia,
Palpo mis labios con los suyos.
Olvidando quien era,
Y sin encargo,
Reanude el pesar;
En mi mente no caían objeciones.
Ya no era suya,
Ya no era mío.
Antes de irse, sonrió con malicia.
Se jacto de su ego varonil.
Y entendí que ahí, en algún
recoveco de mi mente,
Lo recordaré siempre así,
sin querer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario